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Letras




Doble o Nada

Nunca jamás
Todo sigue igual
Tres cosas hay en la vida
Lirón careto
Puede que todo cambie
Dos caballos
Soldedad
Tirabuzón sin rumbo
Margaritas de abríl
La cosa
La Gioconda
Tan solo palabras

Nunca jamás

No por mucho madrugar amanece más temprano
y nadie puede tocar lo que no tiene a mano.
No pensé en nada de esto cuando te invité a pasear.

Tú no dejabas de soñar. Yo tenía que parar a descansar.
Querías inventar
un dieta: besos, pan y cebolla.
Yo, que fui cocinero en otras vidas, lo quise intentar.

Pero no caben ya mas recetas en el templo de la realidad,
donde todos los días son lunes
y no hay ni una sola fiesta de guardar.

En el agua que mojan tus labios, yo escribí
que quería despertar
y a la Virgen de los Imposibles le envié una postal
(que no debió de llegar).

Decidiste al final no cruzar el estrecho
y quedamos como amigos, cerca pero tan lejos.
Yo aprendí que la distancia no se mide en metros.

Dicen que el amor es libre, pero que te hace preso.
Maldito refrán.
Yo que ya no corro detrás de los sueños
(perseguirlos es como perderlos), te quise olvidar.

Y te olvido todos los días, incluidas las fiestas de guardar.
Ya lo dijo un poeta:
“el camino se hace con solo caminar”.
Te marchaste y quedó la cocina repleta de cebolla y pan…
y los besos los he ido besando con quien se deja besar.
Pero ayer regresé al paseo donde te invité a pasear.
¡Qué razón tuvo el que dijo un día
que al lugar donde has sido feliz
no regreses nunca jamás! …Nunca, jamás.
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Todo sigue igual

Dices que el mundo ha cambiado,
que miras a tu lado
y nada entre tus recuerdos,
puedes reconocer…

Que la gente va y viene
del futuro al pasado,
que nadie se detiene
persiguiendo un instante
que no puede atrapar….

Dices que el tiempo ha cambiado,
que ahora ya nunca llueve:
secan las estaciones,
nos vamos a inundar…
Los pingüinos se mueren,
las antenas del móvil…
y el humo de los coches
nos comienza a asfixiar…

Y yo escucho canciones
que compuse hace meses…
nunca enciendo una tele
que nunca fui a comprar.

Busco luz en los libros
que escribieron autores…
en los bares de entonces,
algo para contar.

En los viejos rincones
de ciudades de piedra,
sombras entre la niebla
que sentí pasear.
Y allá en la montaña,
empeñada en alzarse,
emprendí mil senderos
que pisaron mil hombres,
muchos años atrás…

Y tu cara se mece
como agua entre los peces,
como el viento en la cima…
debajo: un huracán.

Los pinceles usados,
el olor en el puerto…
Bosque seco y prohibido
que aprendimos a amar…

En el cauce de un río,
el agua por su camino…
(yo, a tu lado, y tú, al mío)
a fundirse en el mar.
Ya ves: todo sigue igual.
Ya ves: todo sigue igual.

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Tres cosas hay en la vida

El amor, como dijo el refrán, llegó tarde, mal y nunca.
¿La salud? Para no derrochar. Si acaso, algo justa.
Del dinero, ni hablar: entre mal y muy mal, fatal…
que aunque no da la felicidad,
a veces, ayuda. Sí que ayuda.

Persiguió, como el gato al ratón, la suerte sin medida…
que lo bueno, cuando es breve, no es bueno: es una porquería.
Y después de remar sin parar en la orilla, murió al final.
Moraleja: no por mucho remar amanece más temprano
y además no aseguras llegar.

Por culpa de la relatividad, las fiestas se juzgan según te van.
La suerte y el fracaso, el amor y el desengaño…
son lo mismo, pero ¡qué distinto!
Los lunes se inventaron solamente por culpa del domingo…
y la esperanza espera muchas veces
lo que no quiere el destino.

No quisiera parecer el pesimista
del grupo de optimistas que están bien informados…
que en el fondo, los que están en el fondo
(como dijo Serrat) serán aventurados.
Visto así, se podría decir que están
entre bien y muy bien: genial.
El que tenga un amor de verdad, la salud y dinero que gastar,
que lo cuide, que lo cuide.

Por culpa de la relatividad las fiestas se juzgan según te van.
La suerte y el fracaso, el amor y el desengaño…
son lo mismo, pero ¡qué distinto!
Los lunes se inventaron solamente por culpa del domingo…
y la esperanza espera muchas veces
lo que no quiere el destino.

Y no es que quiera ahora criticar, pero es que la vida reparte mal.
Que ya lo dice el dicho: Dios da mocos a quien no tiene narices…
¡Que casualidad!
Los pobres quieren plata y los ricos quieren ser budistas convencidos…
que juegan a ser pobres por un rato (eso sí, con la VISA en el bolsillo).
Tres cosas hay en la vida: salud, dinero y amor.
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Lirón careto

Mis manos terminan biseladas.
Puedo sentir las venas, las arterias,
la mente en la punta de la lanza,
como una ducha de agua helada.

Mis manos colocan protecciones.
Desbridan pacientes una escara,
descosen los puntos sin botones,
pincelan la herida de una espalda.

Mis ojos atienden los dolores,
pasean su experiencia entre las camas,
ordenan los papeles a montones,
buscando precisión en las palabras.

Mi alma se desliza en los rincones,
aún alberga un poco de esperanza
de aportar un dato al campo estéril
del color que al blanco le hace falta.

La vida pone fin en ocasiones
(capricho que a todos nos iguala).
No es tan malo estar loco en la partida
si sabes no vas a poder ganarla.

No quiero ascender a otro universo,
ni venderme por puestos de hacer nada.
Prefiero trabajar quitando peso
al hombro que descansa en una cama.

En taquilla, me quito el uniforme:
soy pequeño y me vuelvo a casa.
Un pescado relleno de piñones,
mi alma y tus besos como almohada.
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Resulta extraño

Resulta extraño que esta noche
no brille como ayer la luna.
Será la configuración astral,
con cambios de última hora
que me pillan en baja forma
para reaccionar
ante un viento fuerte que me desoriente
y me saque de la calle principal.

Resulta extraño que esta noche
hasta mi sombra se me esconde.
Será que le he dejado de interesar,
andando por calles oscuras
donde nunca se ve su figura.
O será, quizás,
que (ahora caigo en la cuenta)…
que no puedo dar un paso si no estás.

Resulta extraño que esta noche
no brille como ayer la luna.
Será la configuración astral
o será simplemente que no estás…
por casualidad.
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Tiburón

Corriendo estoy, siguiendo las huellas.
No sé si es lobo, es un chacal o una hiena.
Corre deprisa y se desliza…
Pero en lo de huellas yo soy una eminencia.

Sube montañas y parece que vuela,
ha llegado al río de un salto mortal.
Le sigo de cerca, me lanzo al vacío…
El río me arrastra, me quiere atrapar.

Yo puedo ganar. Nadie me va a parar.

El río ruge, no me quiere soltar.
Me golpea, arrastra, ahoga, soy una presa más.
Encojo las piernas, las vuelvo a estirar…
Salgo de su presa: soy espectacular.
Se hace de noche y comienza a llover.
Las nubes las estrellas no me dejan ver.
Naturaleza sensacional:
sin brújula ni mapa yo me he de orientar.

De pronto veo al bicho: ¡es un monstruo infernal!
Se lanza a mi cuello, me quiere destrozar…
Corre deprisa, me va a atrapar…
Le esquivo, hago un giro, tengo que escapar.
Yo puedo ganar. Nadie me va a parar. A parar…

El bicho me acorrala junto a aquel farallón,
se lanza a mi cuello (parece un león).
Me lanzo al vacío, él va detrás…
con la pañoleta comienzo a volar.

Un paracaídas puedo improvisar,
así por fin del bicho me voy a librar…
No te des prisa por despertar:
soy mejor que en sueños en la realidad.
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La verdad

Cómo pueden llamar a la guerra “misión de paz”.
Cómo pueden decir que dar la media vuelta es como avanzar.
Cómo sabe de infiernos el ángel de mi guarda,
que antes de subir al cielo tuvo que aprender a llorar.

Cuál será la verdad “verdadera” y cuál la otra verdad.
Y robar, que siempre fue pecado… excepto si es legal.
Cómo pueden cumplirse 1000 años de condena,
si no hay mal que 100 años te dure… ni siquiera la soledad.

¡Ay, calor, que me haces temblar!
con verdades que son solo a medias,
con mentiras enteras que mienten mas que hablan,
jurando decir la verdad…

¡Ay, valor, qué miedo me das!
entregándote a un público fácil,
recitando poesía barata que busca la fama
mucho más que la verdad…

La verdad: queda algún paraíso, pero no es terrenal.
Eva dice que no fue culpable, sabe Dios quien lo será.
Y que tire las piedras quien no tenga pecados…
Piedra arriba o abajo, no se va a notar en este pedregal.

Demostrado científicamente: no hay sangre real.
Saquear y robar en la historia se llamó “colonizar”.
“Por la paz en el mundo: ¡vamos a machacarlos!”
Manolito Gafotas. Ése sí que supo entender la verdad.
¡Ay amor, qué lejos estás!
anhelando lo que ya ha pasado,
enfrascado en un mundo con sabor amargo
y ausente del mundo real…
¡Ay razón, por dónde andarás!
Salta el contestador si te llamo,
cuando ataca el deseo, que es sabio por viejo
y no sabe nada -ni quiere saber- de la verdad.
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Por nada

Ni por el oro del mundo,
ni por una digna causa,
ni una mansión inmensa,
ni una casa encantada,
ni por cincuenta camellos,
ni por viajes terribles,
ni por temibles batallas.

Ni en los malos momentos,
ni debajo de las mantas,
ni por amores de miles,
ni por ninguna desgracia,
ni por el paso del tiempo,
ni por el cambio de mi alma,
ni el más profundo silencio,
ni por los años que pasan.

Ni por un pacto divino,
ni por una nueva cama,
ni por buenos sentimientos,
ni por las malas pasadas,
ni por tan solo un momento,
ni por probar lo que pasa,
ni por el sol en el cielo,
ni el aire de la montaña.

Ni por locuras inmensas,
ni por locuras pasadas,
ni por andar despacito,
durmiendo en la madrugada,
ni por la nota perfecta,
ni por un truco de magia,
ni por ser alguien incierto,
ni por saber que soy nada,
ni por el agua del río,
yo no te cambio por nada.
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María y José

Con su pelo rizado,
con su escote escotado,
con su alma de artista encerrado
queriendo salir.
Fuerte como el superviviente del fracaso,
como el arrepentimiento del pecado,
como el golpe, justo antes de herir.
Tierna como los versos de verano que escribí
el día que la conocí.

Nunca hicimos planes para largo plazo.
Nunca nadie dijo: “te necesito para respirar”.
Y a pesar de todo, ella aprendió a amarme;
y después de todo, no la he podido olvidar.

¡Ay, amor que viene y va!
Como la fortuna,
como las mareas, como la felicidad.
¡Ay, amor, que nunca estás dispuesto a regresar!
Y aunque no acostumbro nunca
a dedicar una canción…
hoy he roto esa promesa contigo, María,
y no tengo explicación.

Al final de ese año,
el dulce se hizo amargo.
Nos echaron del cielo, gritando:
“Lo vuestro no puede ser”
Sin aviso, sin carta de desahucio.
Sólo dos palabras en sus labios: “Adiós. Cuídate”.
Yo, que me he convertido en un profesional del engaño, le dije: “Estaré bien”.

Y ya no hicimos planes para corto plazo
y yo quise decirle: “Te necesito para respirar”.
Pero siempre supe que las despedidas largas
no aumentan la estancia
de quien se quiere marchar.

¡Ay, amor, que viene y va!
Como la fortuna,
como las mareas, como la felicidad.
¡Ay, amor, que nunca estás
dispuesto a regresar!
Y aunque no acostumbro nunca
a dedicar una canción,
hoy he roto esa promesa contigo, María…
y yo sé la explicación.

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Hay un lugar

Hoy que suena la luz de la mañana,
mi habitación se reviste de madera.
Hoy que soy inmigrante en esta tierra,
de hace años verdes las praderas,
suaves e intermitentes las colinas.
Si fui feliz ha sido por tu culpa,
si valiente, fue por tu mirada;
si construí, sería tu sonrisa;
si tropecé, seguro, mi torpeza.

El mar pregunta quién es el que visita
y al instante reconoce mis canciones.
Realmente soy del norte, aunque no tanto.
He vivido en otros sitios diferentes
y mi sitio a tu lado lo he encontrado.
Si fallaste, yo redimo tus errores;
si me quieres, no te calles ni un instante.
He encontrado nuestra caja de colores:
esta noche sólo intento dibujarte.

Recopilo nuestra historia de un principio:
muchos años caminando hacia delante.
Los errores mas terribles, los olvido:
la ternura lleva puesta delantales.
Cada día, apostar todo a la otra parte.
Si estoy solo, siempre estoy contigo;
si soy libre, se lo debo a tus cadenas;
si me callo, es por un beso bajo el río;
si soy alto, es por tener largas las piernas.

Y te quiero y eso es todo lo que escribo.
Aunque piensen que el anhelo es más intenso,
el amor tiene rincones escondidos
que me arañan con la fuerza de la muerte
y me sacan de los más negros abismos.
Si he venido es porque quiero verte,
si cocino, es por alimentarte.
Te vigilo por la noche, cuando duermes…
En tus sueños, voy de siempre a visitarte.
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La escalera 10

Cuántos días se ha olvidado de salir el sol, en la escalera 10.
Cuántas noches has deseado ser infiel y no has tenido con quién,
ni de quién.
Cuantas veces has querido, queriendo no querer.

Cuántos árboles se habrán talado con el papel que derroché
escribiendo las memorias inventadas de todo lo que olvidé.
Cuántas veces me habré hecho cristiano
para verte de cerca en la misa de las 10.
Cuántas veces me hecho ateo sin saber ni lo que es.
Y confieso:

ni el Señor de los anillos, ni los juegos en 3D,
ni los conciertos de Madonna, ni la final de la Copa del Rey,
ni siquiera la tortilla de patatas...
no lo cambio por ver tu escote en la escalera 10.
Desde la escalera 10. Solo en la escalera 10.
Apoyado en la escalera 10.

Cuántas veces he comprado la verdad en un todo a 100.
Cuántas veces me he hecho de alguna ONG para sentirme bien.
Cuántas veces he tirado la basura antes de ver la Telenovela, capítulo 1010.
Y confieso:

Ni la droga, ni el orujo de Galicia, ni el trasero de la Jennifer,
ni las caderas de Shakira, ni la siesta después de comer,
ni siquiera una buena primitiva…
no lo cambio por ver tu escote en la escalera 10.
Desde la escalera 10. Solo en la escalera 10.
Apoyado en la escalera 10.

Desde el cielo a la escalera 10, pero nunca de al revés
De domingo a domingo, en la escalera 10… y el resto de la semana también.

Ni los Chat, ni los contactos, ni ligar por Internet,
ni comprar en las rebajas, ni rebajarme a querer,
ni siquiera ir a la luna con la NASA…
no lo cambio por ver tu escote en la escalera 10.

Desde la escalera 10. Solo en la escalera 10.
Apoyado en la escalera 10.
Donde Uno mas Uno, más 8 son 10.
Donde el lujo no es de pago, en la escalera 10.
Donde soñar no es pecado, en la escalera 10.

Y aunque llevemos 10 años casados,
nos tienes hipnotizados… a mí y a un grupo de jubilados,
en la escalera 10. Solo en la escalera 10.
Apoyado en la escalera 10.

Un bonito día de playa, en la escalera 10.
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Te siento despertar

Te siento despertar la madrugada,
barrer el mundo a golpe de muñeca,
dejar la ropa al borde de la cama,
abrir paso a la luz que casi llega…
Y caminar descalza
y escuchar atenta,
poner la fruta al centro de la mesa…
Y cuando no me miras
y no te das ni cuenta,
te estoy amando a rienda suelta.
En cada día corto,
con cada gota inmensa,
como la luz de un foco
sobre la luna nueva.

Te siento relatar cuentos inciertos,
descubrir detalles imposibles,
explicar palabras que me invento,
dibujar estrellas en las íes…
Y caminar de nuevo
entre los colibríes,
dejando a un lado el tiempo que te debo.
Y soportar el paso del viento invencible…
Te estoy amando más que puedo
en estos días largos
con un sinfín de ceros.
Aunque me veas cansado,
sé bien cuánto te quiero.

Te siento respirar cada mañana.
Conozco los latidos de tus venas,
los pasos esparcidos por la casa,
tu vista que penetra entre mi niebla…
Y caminar descalza,
y escuchar atenta,
y encender la noche en nuestra chimenea…
Y cuando no te miro
y no me doy ni cuenta,
me estás amando a rienda suelta.
Con la luz de una llama,
en la noche más negra,
hasta que llegue el alba,
hasta morir la vela.
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